Apenas se marchitan las bonitas flores del almendro (Prunis dulcis) emerge del interior su fruto, la almendra.
La pequeña drupa, muestra su epicarpio o cobertura exterior deshicente, mientras que dentro contiene un mesocarpio y un endocarpio duro.
Aparece pronto, pero tardará meses en madurar hasta convertirse en almendra.
Los pétalos del la flor acaban por desprenderse de la drupa.
Y sólo queda esperar a que madure para consumirla. Es un proceso precioso, una de esas pequeñas maravillas naturales.